
El Ankh es uno de los simbolos más reconocibles del antiguo Egipto, conocido como "la llave de la vida" o "la cruz de la vida", este data del Periodo Dinástico Arcaico (c. 3150- 2613 AEC). Es una cruz con un lazo en su parte superior, a veces ornamentada con simbolos o detalles decorativos pero que más a menudo es representado con una simple cruz de oro. Su nombre se traduce al español como “Vida”, y ha sido llamado por siglos como la llave de la vida, otorgándole el poder de la inmortalidad, al relacionársele con entes divinos de Egipto, como lo eran Osiris e Isis, por lo que existen muchos relieves en los que se muestra a estas divinidades, entregando el Ankh a un faraón. Se ha considerado a la Cruz Ankh, como protectora de su portador, al ser un amuleto con mucha carga espiritual, que tiene poderes sanadores, al proveer salud, fertilidad, abundancia y progreso. Representa a su vez, la compresión del ciclo de la vida; que implica internalizar lo que significa la longevidad, la sabiduría, la muerte y la reencarnación), como parte de todo el proceso de transmutación y transformación que el hombre debe superar.